viernes, 18 de mayo de 2007
obtencion de poder
El clan premia la influencia sobre otros Vástagos y los acontecimientos mortales. También la competitividad y el que mejor use sus talentos. Los que alcanzan el éxito ganan Prestigio(que se recompensan con la iniciación en el siguiente Círculo). Los antiguos, solo ellos, lo conceden. Ascender dentro del clan siempre es difícil pero es el objetivo principal de casi todos. La competencia se considera un medio de mantener a los líderes más adecuados en lo alto. El Prestigio es un camino hacia el poder. La sucesión a través de las rígidas filas del clan debe producirse mediante la recomendación y ascenso por parte del superior inmediato, así que la lealtad es vital para lograrlo. Debido a este sistema arcano, es difícil conseguir Prestigio y fácil perderlo. La mayoría de los Tremere tienen gran responsabilidad pero poca autoridad. En consecuencia los de los rangos inferiores son muy sumisos. Según ascienden se vuelven fanáticamente obedientes, con o sin Vínculos. Aprenden a colocar los intereses del clan por encima de las demás consideraciones. La competencia es feroz y las rivalidades entre miembros del clan son fomentadas siempre que no debiliten al clan. Algunos miembros de otros clanes creen que los Tremere han desarrollado un sistema de duelos que utilizan los antiguos. Los Tremere tienen un margen de actuación considerable en el manejo de sus actividades fuera del clan. Pero deben estar dispuestos a sacrificarse cuando la necesidad esté clara, al menos si desean progresar. EL único momento en el que se hace sitio oficialmente en la Pirámide es cuando un Tremere funda una nueva capilla. Cuando el consejo ve la ocasión de expandir su territorio escoge un Tremere leal y le ofrece el cargo. Los Regentes son a menudo dictadorzuelos de la peor calaña y tienen una libertad considerable para perseguir las metas del clan a su propia manera. Durante varias fases expansionistas varios Tremere individuales fundaron sus propias capillas sin el permiso del Consejo de los Siete. Fueron destruidos, excepto unos pocos que sobrevivieron y se volvieron lo suficientemente valiosos como para ganarse el derecho a existir. La existencia de estas capillas "renegadas" amarga a algunos Señores y Pontífices tradicionalistas y es una fuente de una profunda y amarga división dentro del clan. Este cisma centenario es uno de los pocos puntos débiles de la Pirámide que por lo demás es sólida. Pero no todo es paradisiaco, siempre hay otras formas de obtener Poder y Prestigio.
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